En una dieta cetogénica (keto), donde el objetivo principal es reducir los carbohidratos y aumentar la ingesta de proteínas y grasas saludables, es importante elegir lácteos que sean bajos en carbohidratos. Aquí tienes algunas opciones de lácteos que son adecuadas para una dieta keto:

- Quesos grasos: Muchos quesos tienen un contenido muy bajo en carbohidratos y son ricos en grasas. Ejemplos incluyen queso cheddar, queso suizo, queso crema y queso de cabra. Estos quesos pueden ser consumidos con moderación como fuente de grasas saturadas.

- Mantequilla: La mantequilla es una fuente de grasas saturadas y puede ser utilizada con moderación para cocinar o añadir sabor a tus comidas.

- Crema de leche: La crema de leche puede ser utilizada en salsas, sopas y guisos para enriquecer tus platos.

- Yogur entero: El yogur entero es relativamente bajo en carbohidratos y es alto en proteínas. Asegúrate de elegir una opción sin azúcares añadidos.

- Leche de coco: La leche de coco sin azúcar es una alternativa láctea rica en grasas y puede ser utilizada en batidos, salsas y otros platos.

- Leche de almendras o nueces sin azúcar: Estas alternativas a la leche regular son bajas en carbohidratos y pueden ser utilizadas en lugar de la leche en recetas y bebidas.

Recuerda siempre leer las etiquetas nutricionales de los productos lácteos para asegurarte de que cumplen con tus objetivos de carbohidratos en la dieta keto. Es importante mantener un equilibrio adecuado entre las grasas, las proteínas y los carbohidratos para lograr y mantener la cetosis, que es el estado metabólico que caracteriza a la dieta keto.