La oligofructosa es un tipo de carbohidrato que se encuentra de forma natural en varios alimentos, como la cebolla, el ajo, los plátanos y algunos cereales. También se puede producir industrialmente a partir de la inulina, que es otro tipo de carbohidrato presente en plantas como la achicoria. La oligofructosa se obtiene mediante procesos de extracción y purificación de estos recursos naturales.

Esta sustancia se utiliza principalmente por dos razones:

- Como prebiótico: La oligofructosa es conocida por ser un prebiótico, lo que significa que puede estimular el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas en el intestino. Al llegar al colon sin ser digerida en el intestino delgado, sirve de alimento para estas bacterias beneficiosas, como las bifidobacterias y las lactobacilas. Esto puede mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico, ya que una microbiota intestinal equilibrada es esencial para estas funciones.

- En la industria alimentaria: La oligofructosa también se utiliza en la fabricación de alimentos y productos procesados. Debido a su sabor dulce y su capacidad para mejorar la textura de los alimentos, se emplea como edulcorante bajo en calorías y agente texturizante. Esto permite reducir la cantidad de azúcares añadidos en productos como yogures, barras de cereales, productos de panadería y otros alimentos procesados, lo que puede ser beneficioso para las personas que desean limitar su ingesta de azúcar y calorías.

En resumen, la oligofructosa es un carbohidrato que se encuentra en varios alimentos y se utiliza tanto como prebiótico para promover la salud intestinal como en la industria alimentaria como edulcorante y agente texturizante en productos bajos en calorías y azúcares añadidos.